Corría el final del tercer cuarto del partido entre Dallas Maverics y Golden State Warriors. Luka Doncic, jugador novato de los Mavs, tenía el balón, buscando el último disparo del cuarto. En la marca, Kevin Durant. Sin ningún complejo, botó el balón, hizo su ya característico step-back (dar un paso atrás para hacerse de espacio para disparar) y encestar un triple.
Si bien los Maverics terminaron perdiendo el partido, Luka Doncic volvió a demostrar que es un jugador diferente. Anotó 26 puntos y fue el mejor de su equipo. Toda la temporada lo ha sido.
Luka Doncic es apenas un novato de apenas 19 años que dio el salto de la Liga Endesa del basquetbol español a la mejor liga de todo el mundo. Un joven que se forjó en el Europa para llegar deslumbrar en Estados Unidos. Entre un constelación de estrellas, el esloveno está brillando como una de las más resplandecientes del firmamento. Luka Doncic es un fenómeno. Un fenómeno que se formó en el Real Madrid Basketball para tomar la NBA por asalto.
De los Balcanes para el mundo
La explosión del basquetbol en la península de los Balcanes se remonta a finales del siglo pasado. En los albores de la década de los 90s, los balcánicos pudieron disfrutar de una generación prodigiosa de jugadores como Toni Kukoc (Chicago Bulls), Dino Radja (Boston Celtics), Vlade Divac (Los Angeles Lakers) y Drazen Petrovic (Portland Trailblazers / New Jersey Nets) . Un grupo de jugadores que derrotaron a Estados Unidos en una Copa del Mundo para colgarse la medalla de oro. Un equipo que se vio desgarrado por la guerra y que supuso un freno a la evolución del basquet en la zona.
Bajo este contexto nació Luka Doncic, en Ljubljana, Eslovenia, el 28 de febrero de 1999. Los Balcanes estaban sanando sus heridas y tratando de retomar la vida de paz. Su padre había jugado basquetbol con experiencia en la Euroliga (la versión de la Champions League en el básquet europeo) y era entrenador. Su madre también había sido deportista y dedicaba su vida a ser estilista.
Doncic es un fenómenos que reivindica el básquet de los Balcanes (Imagen: Getty)
Luka no tardó en manifestar su inclinación por el baloncesto. Apenas tenía siete meses cuando tocó su primer balón. Cuando tenía un año, empezó a intentar sus primeros encestes en una canasta que sus padres habían colocado en su recámara. Como era de esperarse, Doncic mostró una gran facilidad para la práctica de los deporte. Incluso practicó futbol, pero el básquet era su llamado. Apenas a los siete años ya jugaba el equipo de su escuela. Era tan bueno, que para cuando tenía 10, ya jugaba contra niños más grandes. Esto lo hizo desarrollar la inteligencia para saber como poder imponerse a jugadores que eran más grandes que él.
Como buen europeo, no se perdía la Euroliga. Su ídolo, Vaisili Spanoulis, era una leyenda de este torne, del basquet de Grecia y de toda Europa. Es por eso que cuando llegó al Union Olimpia de su natal Eslovenia, el número que usaba era el 7. El mismo que Spanoulis. Con el Olimpia, jugaba en dos categorías superiores a las de su edad y de inmediato comenzó a hacerse notar por su talento en ambas facetas del juego.
Tras los pasos de Drazen Petrovic
Drazen Petrovic es una leyenda y un mito. Su trágica muerte en 1993 —tras un accidente automovilístico en Alemania— coartó una carrera que iba en ascenso en la NBA. Tras sufrir con Portland, Petro —como era conocido— estaba atrayendo todas las miradas por su espectacular juego en los Nets. El haber muerto tan joven, con apenas 28 años, dejó siempre la incógnita de hasta donde pudo haber llegado.
Petro llegó a la NBA tras pasar por el Real Madrid. Con 24 años, su única temporada en España fue el trampolín para dar el salto a la liga de los Estados Unidos. Tal fue su impacto, que muchos equipo de la NBA han estado buscando al siguiente Drazen Petrovic. Y los jugadores balcánicos buscan seguir sus pasos para poder triunfar en el pináculo del basquetbol mundial. Y Luka Doncic es quien mejor ha seguido sus pasos.
Luka Doncic terminó de pulir su talento con el Real Madrid. Ganó todo con los Blancos (Imagen: Getty)
Fue en un torneo continental, la Copa Intesa Sanpoalo en Budapest, en la categoría sub-14 cuando el Real Madrid lo vio en acción. Apenas tenía 12 años y fue nombrado el Jugador Más Valioso del Torneo. Los Blancos no dudaron en ir por él y logró su préstamo en 2012.
Así como lo hiciera con el Olimpia, con el Real Madrid dejó claro que lo suyo era especial. Digno de un fenómeno. En una final contra la Lazio, Luka Doncic se destapó con 54 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias. El Madrid no dudó y lo firmó para que formara parte de sus equipos juveniles. En 2013 estampó su firma por 5 años con el equipo de la capital de España.
Luka Doncic se hartó de ganar títulos y de demostrar que estaba en otro nivel. Sólo duró un año en la categoría sub-16 y otro más en la sub-18 antes de dar el salto al primer equipo. Tenía apenas 16 años cuando ya estaba disputando partidos de la Liga Endesa y la Euroliga.
(Imagen: Getty)
Su segunda temporada su progresión siguió siendo espectacular. Duplicó todas sus estadísticas y cada vez era más importante para el Real Madrid. Pero fue su tercera temporada la que terminó por demostrar que el estaba para las grandes ligas del basquetbol.
El Real Madrid ganó la Euroliga (la décima en la historia de los Blancos) y la liga. Ganó todos los premios individuales de ambas competencias y para 2018, Luka de 19 años, se declaró elegible para el Draft de la NBA.
La NBA y el efecto Doncic
Doncic fue elegido el 21 de junio de 2018 por los Atlanta Hawks en el Draft de la NBA. Era sabido que terminaría con los Dallas Mavericks y se dio el intercambio por Trae Young. Los Mavs lo veían como el heredero de Dirk Nowitzki y no pensaban dejarlo escapar.
Su tamaño (2.01 m) y su estilo de juego lo hacen un jugador que puede desempeñar cualquier de las tres posición del cuadro bajo. Sabe mover el balón, tiene visión para repartir asistencias y su tiro, tanto de media como de larga distancia, es terriblemente preciso. Su step-back es letal. También sabe jugar en el poste bajo y no se intimida a la hora de penetrar en la pintura. Además, se destaca su mentalidad competitiva e inteligencia para saber los momentos del partido y tomar las mejores decisiones.
Sus números son similares a los de LeBron a su edad (Imagen: Getty)
Sus números de novato se llegan parecer a los LeBron James cuanto el Rey tenía esa edad. Promedia 20.2 puntos, 6.7 rebotes, 5.0 asistencias y 1.1 robos por partido. Tal es la dimensión de este jugador, que está entre los más votados para el Juego de Estrellas de la NBA. Por supuesto, no es un jugador perfecto y tiene que mejorar ciertos aspectos, como sus movimientos laterales para defender mejor y ser menos propenso a perder el balón por arriesgar en el pase. No obstante, sus llegada a hecho que los Mavs sean contendientes para entrar a playoffs y su presencia ha hecho que Europa vuelva sus ojos a la NBA.
Doncic con su clase del Draft 2018. Hasta ahora, el mejor de todos (Imagen: Getty)
Luka Doncic, si sigue por esta línea, será quién regrese al basquetbol de los Balcanes a lo primeros planos y reivindique el legado inconcluso de Drazen Petrovic. Porque es un fenómeno, un fenómeno de Eslovenia, pulido por el Real Madrid para el disfrute de todo aficionado al deporte de las clavadas.
