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Así se vivió el partido entre Bélgica e Inglaterra por el tercer lugar del Mundial de Rusia 2018

Los Belgas firmaron lo que podría ser su mejor participación en una Copa del Mundo y vencieron 2-0 a Inglaterra

El Estadio de San Petersburgo lucía lleno pero no feliz. Todos esperaban jugar una final, era obvio. Ni Harry Kane, parado enfrente de todos sus compañeros, vistiendo un uniforme rojo parecido al que usaron cuando quedaron campeones en 1966 y portando el gafete de capitán, sonreía. De por sí su personalidad es seria y luego encontrándose en el partido por el tercer y cuarto lugar mundial, pues más. Se le podía ver más concentrado que conforme. Por el otro lado, Eden Hazard se limitaba a darle la mano a los que se le acercaban, pero hasta ahí. Ni el genial extremo del Chelsea mostraba algún signo de entusiasmo. El único feliz del túnel, o así lo parecía, era el árbitro estadounidense Mark Geiger, quien fue designado para este compromiso.

Es la cuarta vez que estos equipos se enfrenten en un Mundial. La primera se dio en Suiza 1954 con un empate a 4 en Fase de Grupos. Se reencontraron 36 años después, en Italia 90, en los octavos de final. Inglaterra se impuso a Bélgica 1 a 0 con gol de David Platt en tiempos extra. En Rusia 2018 se vieron las caras en el último partido del Grupo G y en esa ocasión, los Diablos Rojos se impusieron por la mínima gracias al solitario gol de Januzaj, que marcó uno de los mejores goles de la competencia.

Los “Red Devils” empezaron el cotejo yendo hacia adelante y su esfuerzo obtuvo resultados. Se pusieron adelante en el marcador con un “gol de vestidor”. Es preferible ser la tercera mejor selección del planeta a posicionarse después de ese puesto y los belgas lo saben.

Al minuto cuatro, Nacer Chadli desbordó por el costado izquierdo y mandó un centro para el lateral derecho del PSGThomas Meunier, quien se barrió dentro del área chica para empujar el balón entre las piernas del guardameta Jordan Pickford y poner adelante a Bélgica en el marcador. Nadie quiere quedar en cuarto lugar. De por sí la historia no se acuerda de los sub campeones.

Su tanto representa el cuarto gol más rápido en un juego por el tercer lugar de una Copas del Mundo (el primero es el alemán Ernest Lehner, quien lo consiguió en el minuto 1′ del Mundial de 1934, empatado con el turco Hakan Sukur, que lo hizo en 2002),

Durante el primer tiempo, los belgas atacaron de izquierda a derecha y los ingleses a la inversa.

El equipo dirigido por Gareth Southgate no muestra la misma intensidad que los llevó a esta instancia y se ven muy sometidos por los pupilos de Roberto Martínez. Y este no es un resultado que les convenga a los de los “Tres leones”, ya que no saben remontar un marcador adverso.


Para el segundo tiempo Southgate modificó su parado. Sacó al lateral Rose y al extremo Raheem Sterling para dar entrada a Lingard y Rashford. Sin embargo, siguen debajo en el marcador y en el nivel de juego.

Los ingleses parecen cansados luego llegar a tiempos extras y caer en el minuto 109′ de los Tiempos Extras en su anterior cotejo y eso se ha visto reflejado en los setenta y tantos minutos de tiempo corrido.

Martínez quiere el triunfo a toda costa y si eso implica sacar al “tanque” Lukaku, pues que así sea. El entrenador de Bélgica acaba de sacar al artillero del Manchester United y en su lugar metió a Dries Mertens. Kane mira con detenimiento cómo sale su contraparte goleadora y le aplaude. Ambos se conocen de la Premier League y se tienen cierto respeto por lo que significan para el futbol mundial.

“El que persevera alcanza”, dicen, y los belgas marcaron el segundo tanto del encuentro al minuto 82′ por medio de Eden Hazard, quien definió con frialdad ante la salida de Pickford. Esto está sentenciado.

La gente británica no deja de apoyar a su selección y entona los cánticos con una clara mirada de tristeza en sus rostros. Tienen una generación muy joven con un goleador de talla mundial, pero no a un Bobby Charlton que los saque de apuros cuando lo necesitan. Y ellos lo saben.

Cuando Geiger pitó el final, los jugadores de ambas escuadras se fundieron en un abrazo y los aficionados de Bélgica le aplaudieron a los seleccionados ingleses. El que hubieran sido enemigos por 90 minutos no era un factor para negarles el reconocimiento. A fin de cuentas, ninguno de ellos va a levantar la Copa del Mundo mañana en el Luzhniki Stadium.

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