Mucho se ha hablado acerca de que Olivier Giroud, delantero de la selección francesa, no solo terminó sin haber marcado gol en el torneo, sino que se fue sin haber realizado si quiera un disparo con dirección a la portería, pero sería muy difícil entender el logro de Francia en Rusia 2018 sin el delantero del Chelsea acompañando a Mbappé y Griezmann en el ataque.
La aventura mundialista de “Les bleus” comenzó en Kazán con el partido ante Australia para inaugurar las acciones en el Grupo C, en esa ocasión Francia jugó el peor partido de los siete que disputó a lo largo del torneo, y “casualmente” ese fue el único partido en el que Giroud no arrancó el encuentro como titular. Cosas como éstas son las que nos hacen darnos cuenta que el futbol debe verse más allá de un resultado y que el jugador debe ser analizado y entendido por funciones, no por posiciones.
Tras sacar una victoria muy sufrida ante la escuadra australiana por 2-1, Deschamps se dio cuenta que su equipo necesitaba un socio en el ataque para Antoine y Kylian, mismo que encontró en el banco en el atacante de 31 años. “Quizá no tenga un estilo tan extravagante como otros delanteros, pero es muy generoso. El equipo le necesita… aunque no marque. Nos da equilibrio. Es útil en ataque, pero también en defensa por su juego aéreo”, afirmó Deschamps durante el Mundial.
A lo largo de esta Copa del Mundo, Francia se destacó por jugar un futbol de transiciones muy rápidas y para este estilo, el nacido en Chambéry jugó un papel fundamental gracias al buen juego de espaldas al arco que maneja y sobretodo la capacidad mantener a los centrales fijos en su posición para que Mbappé y Griezmann puedan aprovechar su velocidad y explotarla al máximo. Deschamps se dio cuenta rápido, incluso llegó a decir que cuando Giroud no jugaba, se daban cuenta de lo útil que era porque les permitía desempeñarse mejor.
Olivier recibió una lluvia de críticas por su falta de gol en Rusia, pues si por algo ha destacado en su carrera es por su capacidad goleadora tanto a nivel de clubes como de selecciones, no por nada se ubica como el cuarto máximo goleador en la historia de la selección francesa. La prensa en su país cuestionó sin parar su titularidad afirmando que “un delantero sin gol no sirve”… pero, ¿seguirán pensando lo mismo?.