La derrota ante Suecia caló hondo en la afición mexicana. Después de dos partidos muy bien jugados contra Alemania y Corea del Sur, la estrepitosa caída en los Vikingos bajó los ánimos de los fanáticos de cara a un posible quinto partido. Sin embargo, pese a las malas sensaciones que dejó el último partido, los futbolistas aztecas salieron a dar la cara y ya se han pronunciado sobre el rival a vencer en los octavos de final: Brasil.
Carlos Salcedo, uno de los jugadores que más solidez ha encontrado en el Mundial de Rusia 2018, calificó el enfrentamiento contra los sudamericanos como especial y lo comparó al vivido contra Alemania en el debut. “Creo que esos partidos tienen algo especial, como contra Alemania y el equipo debe saber lo que se va a jugar, aquí comienza otro Mundial”, fueron las palabras de Salcedo para el medio Récord, quien además señaló que el ánimo de la selección terminó golpeado, pero al menos “este balde de agua” llegó ahora y no después.
“[…] para llegar a donde queremos llegar, te tienes que enfrentar contra el que sea, ahora sabiendo el rival vamos a definir cuál es el planteamiento”, apuntó Salcedo para el mismo medio, por lo que es necesario ponerse a trabajar desde ya.
Por su parte, Marco Fabían también tocó el partido contra Suecia y aseguró que México no puede quedarse únicamente con lo sucedido en Ekaterimburgo, así como en su momento no lo hicieron cuando derrotaron a los teutones. “Hay que aprender del día de hoy y solucionarlo. Debemos tener más contundencia porque nos enfrentaremos a un equipo igual de ordenado que Suecia en la siguiente ronda”, señaló el mediocampista, quien en los minutos que tuvo en el último partido poco pudo hacer.
Respecto al enfrentamiento que la Selección Mexicana sostendrá ante Brasil, Fabián reconoció que será “el partido de nuestras vidas”, por lo que deberán trabajar muy bien.
Las palabras de ambos futbolistas llegaron tras las realizadas por Thiago Silva, quien reconoció las virtudes de los jugadores mexicanos y aceptó que para que Brasil gane, deberán hacer un “partido perfecto”.
El respeto está, junto a las ganas de ganar.