Cuando se trata del Real Madrid, escándalos siempre habrá y la verdad nunca saldrá a la luz, sea cual sea el caso. Claro ejemplo es que a casi poco más de cuatro meses de que Zinedine Zidane anunció que dejaría el banquillo merengue, aún siguen las incógnitas y suposiciones del porqué abandonó el cargo.
Hace unos días salió a la luz una entrevista donde Alain Migliaccio, representante del entrenador francés reveló una razón por la que su cliente salió del equipo, sin embargo, hoy el sitio web de El País dio a conocer que un integrante de la plantilla también influyó en esto.
El culpable: Gareth Bale.
Zidane ya había quedado con Florentino Pérez, presidente del Madrid, en que el galés iba a ser vendido al término de la temporada 2017-2018 y que en su lugar ficharían a Neymar para hacer dupla con Cristiano Ronaldo, quien se iba a mantener en el equipo. Bale no podía recuperarse al 100% de una lesión que lo dejó fuera de la cancha por tres meses, razón principal por la que Zizou ya no lo quería en el equipo; además de “ser tácticamente disperso, irregular y demasiado individualista”, describió El País. Pero todo cambió luego de que consiguieron la decimotercera Orejona.
Corría la final de la Champions, los merengues querían el trofeo. En el palco de los directivos, todos opinaban que Gareth no era un elemento que valiera la pena, sin embargo, Pérez lo defendía a capa y espada, argumentando que “era mejor que Cristiano” además de afirmar: “¡Bale es un incomprendido!”, todo para convencerlos de que los 100 millones de euros que pagó por él no los había echado a la basura.
¿Qué lo salvó? Su gol de chilena al 66′.
Lo mas bonito de la chilena de Bales es la bandera del Ecuador en el fondo! pic.twitter.com/rq9PzoXIg3
— Roque Sevilla (@SevillaRoque) May 27, 2018
Tras el triunfo, Bale ofreció dejó en duda su futuro en una entrevista: “Necesito jugar todas las semanas y eso no ha sucedido. Tengo que sentarme con mi agente y ver qué hago. […] Estoy muy decepcionado por no haber sido titular. Creo que lo merecía”.
Al enterarse de esto, sumado a ser pieza clave para conseguir a la Orejona, Pérez habló directamente con él y le pidió paciencia para arreglar las cosas dentro del club, además de prometerle más protagonismo.
Zidane se enteró de esto, se ofendió por haber roto el trato inicial y no tomarlo en cuenta para esta clase de decisiones. Y lo que sería una junta para armar el rumbo de la siguiente temporada, terminó siendo una reunión para presentarle su renuncia.
Y bueno, el resto es historia…