La séptima entrada, en el beisbol, es considerada como la de las grandes emociones y en Torreón se cumplió al pie de la letra, aunque no dentro del terreno de juego, sino en las gradas.
En el clásico de la región entre los Vaqueros Laguna y Saraperos de Saltillo, celebrado en el estadio Revolución (casa de Vaqueros) se vivió un momento romántico, después de que un aficionado aprovechara un intermedio para vestirse de la botarga del equipo local, acercarse a su novia y proponerle matrimonio de manera sorpresiva.
Para buena suerte del novio, la ahora prometida le dijo que sí y él quedó como todo un campeón frente a miles de personas y la LMB.