Más de cuatro años en América se dice fácil, pero la verdad es que durar tanto tiempo en uno de los clubes más polémicos del futbol mexicano es difícil. Nadie duda de la calidad de Oribe Peralta dentro del terreno de juego, pero a sus 34 años su nivel futbolístico cada vez es menor al igual que sus minutos como titular.
El Cepillo cuanta con dos títulos de Liga MX con los de Coapa y obviamente es el referente y experimentado de un plantel que apenas salió campeón en el Torneo Apertura 2018, al vencer a Cruz Azul 2-0. En el cotejo de vuelta, Oribe vio acción desde el inicio debido a las lesiones de Mateus Uribe y Roger Martínez. Su desempeño fue óptimo pero luce difícil que mantenga el puesto en el certamen entrante.
Es por ello que el delantero mexicano decidió volver a ser niño y se olvidó por un tiempo de las Águilas para echarse una cascarita en el lugar de donde es originario.
El futbolista del América jugó una ‘cascarita’ con su gente de La Partida, Coahuila, pueblo en el que nació y creció el Cepillo. En una imágenes difundidas a través de redes sociales se aprecia al mexicano atento y concentrado en ganar.
Tal y como lo hace en América, Oribe Peralta buscó ayudar a sus compañeros para cosechar triunfos. El goleador aprovechó las fechas festivas para celebrar Año Nuevo en su ciudad natal y así pasar buenos momentos con su gente más cercana y obviamente el futbol fue el invitado de lujo.
No se sabe si ganó, empató, perdió o si todo se decidió en el mítico y siempre confiable “gol gana”. Lo que es seguro es que Oribe Peralta pasó un buen rato con sus allegados y por un momento se olvidó del estrés que genera el salta a una cancha con la obligación de sacar la victoria para conseguir los tres puntos.
Por unos minutos, Oribe Peralta volvió a ser niño. Se reencontró con personas que hace mucho no veía y quizás hasta presumió el título que ganaron los de Coapa en el futbol mexicano.