Nick Kyrgios, sería una de las promesas jóvenes del tenis, si no fuera por su poca actitud mostrada durante su carrera. Esa poca emoción le ha llevado a sumar un escándalo más, ahora en el Masters 1000 de Shanghai.
Ante el alemán Mischa Zverev, el tenista australiano jugó de manera displicente y fue multado fuertemente, por diversos motivos. Diez mil dólares bajo el concepto de “no exhibir su mejor esfuerzo”, cinco mil más por discutir con un fanático y otros mil quinientos por conducta deportiva. En total, Kyrgios deberá pagar 16 mil quinientos dólares por sus “chistesitos”.
Durante el juego, Nick regaló varios puntos y uno, en específico, rayó en lo penoso, pues despejó sin potencia y se encaminó a su silla de descanso, antes de que el alemán regresara el tanto.
Nick Kyrgios tiene la capacidad de convertirse en uno de los mejores, tiene 21 años y mucho futuro, pero su poco interés, faltas de respeto a jugadores y al deporte blanco, lo están orillando a despedirse pronto de las canchas. Quizá sea lo mejor.