Por: Antonio Pérez (@fantoniopera)
La NFL es una de las ligas más competitivas del mundo por su método de selección de jugadores universitarios (Draft) y por la forma en que están repartidos los equipos en las conferencias, tanto Americana como Nacional.
Este es el punto que vamos a analizar y trataré de explicar por qué los Pats llegan con tanta regularidad al Super Bowl.
Su conferencia es una de las más sencillas para calificar a la postemporada. Se enfrenta a equipos con pasados recientes que no representan un peligro para el equipo de Brady y Belichick.
Desde 2002 (cuando se crearon cuatro divisiones por conferencia) Jets, Dolphins y Bills suman 8 apariciones en Playoffs. En cambio, los Pats han estado en 15 ocasiones y se han ausentado únicamente en dos (2002, 2008).
Desde mi punto de vista, jugar en una división sin rivales de peso facilita a los de Foxborough su presencia en la postemporada, algo que no sucede en la Conferencia Nacional, donde los equipos que llegan al Super Bowl han variado cada año.
En ese mismo periodo (2002-2018), los Pats han llegado al Super Bowl en ocho ocasiones y han ganado el Vince Lombardi en seis.
Los aficionados de los Pats podrían argumentar que su equipo ha mostrado una hegemonía de juego en este casi par de décadas, pero hay que ser realistas. Los de New England no tienen que preocuparse por jugar bien toda la temporada, pues saben que sus rivales siempre lo harán peor que ellos.
Es duro para quienes apoyan a los Jets, Bills o Dolphins. Y es duro porque es cierto. En su historia, los tres suman 10 apariciones de Super Bowl, una menos que los Pats.
Sus números en el “súper domingo” no son alentadores. Los Dolphins llegaron en cinco ocasiones, y ganaron dos trofeos Lombardi (73, 74); los Bills llegaron cuatro veces seguidas (90 al 93) pero nunca lograron coronarse; y los Jets… al menos ganaron la única vez en la que llegaron al gran juego.
Esto no demerita de ninguna forma los triunfos de los bostonianos, pero es un punto a tomar en cuenta. El ejemplo más claro es la reciente temporada que terminó con el triunfo de los Patriots sobre los Rams (13-3).
Los Pats terminaron con récord de 11-5. De los equipos que le ganaron a Brady y compañía ninguno llegó a Playoffs y las bondades de la liga hicieron que aunque tuvieran menos triunfos que los Chargers (12-4), éstos jugaran wildcard y los Patriots no.
Un juego menos es también un juego más cerca del Super Bowl, y en Playoffs nadie tiene más experiencia que New England.
Aunque llevaban buen ritmo, los Chargers no fueron rival y se despidieron de la competencia en el juego divisional; los Chiefs de Mahomes les hicieron partido, pero no les alcanzó; y los Rams… ¡qué mal jugaron los Rams en el Super Bowl!
Es decir, los Pats jugaron a medio gas toda la campaña y les alcanzó perfecto para los Playoffs, donde mostraron su mejor versión. Dos juegos a gran nivel y un TD en el Super Bowl fueron suficientes para sumar otro Lombardi a sus vitrinas.
¿Le iría igual a los Pats en una división más competitiva? Sinceramente creo que no y tampoco que haya un cambio en la liga, pues también es redituable tener a una franquicia ganadora que marque una época sin importar cómo lo haga.
¿Quiénes pagan? Siempre hay un sacrificado y esta temporada fueron los Saints, que posiblemente hubieran ofrecido un mejor partido que los Rams. Pero eso no sucedió porque los oficiales no quisieron o porque Brees y compañía desaprovecharon su momento.
Hoy celebran los Pats, que han estado en cuatro de los últimos cinco Super Bowls y han ganado tres de ellos. Lo han merecido, no sé; pero han hecho lo necesario para llegar.