La NFL tiene nuevo campeón. Una vez más New England Patriots demostró que no solo es el mejor equipo del siglo en los emparrilados, sino que ahora pretende proclamarse como el más imponente de todos los tiempos. De la mano de Tom Brady y Bill Belichick vencieron 13-3 a Los Angeles Rams y consiguieron su sexto anillo e igualaron a Pittsburgh Steelers como las franquicias con las Super Bowls en la historia.
Esa será la nota de la NFL de toda la semana. Los festejos de Patriots en Boston y con su gente. Pero los Raiders también dieron de qué hablar. Los malosos son un equipo muy seguido en México y a pesar de que las cosas no les salieron bien en esta temporada, para la próxima buscan revancha y lo harán lejos de Oakland, donde estaban acostumbrados a jugar.
Desde antes ya se había dicho que los Raiders abandonarían Oakland para jugar en su nueva casa. Eso ya es inevitable. Todo estaba planeado para que en 2020 Las Vegas sea la sede de esta franquicia. La temporada 2019-2020 iba a ser la última en California para los Malosos, pero asuntos legales adelantaron todo.
Oakland interpuso una demanda contra el equipo por incumplimiento de contrato. La NFL intervino y obligó a los Raiders a buscar nuevo hogar. Por ello, San Francisco será la sede alterna por un año.
La franquicia decidió no alargar más el arrendamiento en el Oakland-Alameda County Coliseum, por ello llegaron a un acuerdo para que el Oracle Park de los San Francisco Giants sea el estadio donde disputen sus juegos de local. Esto convertirá a los Raiders en el único equipo de futbol americano que disputará sus encuentros en un inmueble diseñado para beisbol.
Para 2020, el conjunto negro y plateado realizará una nueva mudanza a Las Vegas, donde encontrará su nueva casa de forma permanente.
Mientras tanto, Raiders tendrá que sobreponerse a una mala campaña, donde ni siquiera avanzó a postemporada.