Fallece Gordon Banks, portero campeón del mundo y pesadilla de Pelé

El portero de Inglaterra en el Mundial de 1966, Gordon Banks, falleció este martes a los 81 años de edad.
Ilustraciones Los Pleyers

Hay ocasiones en el futbol donde es inevitable pensar que una jugada va a terminar en gol. Hay remates que están destinados a romper las redes y hacer que la afición se levante de la butaca para gritar de júbilo una anotación. Todo es posible a menos que Gordon Banks sea el portero.

El inglés falleció esta mañana a los 81 años de edad, pero en el Mundial de México 70 realizó la que para muchos es considerada la atajada del siglo. Y su víctima fue nada mas y nada menos que Pelé. Hoy ya todo eso es historia y se vuele nostálgico tras darse a conocer el lamentable deceso.

En 1966, Gordon Banks se alzó con la Copa del Mundo y este martes “falleció en paz”, según informó su familia a través de su antiguo club, el Stoke City: “Estamos devastados por su pérdida, pero tenemos muchos recuerdos y no podemos estar más orgullosos de él”, dice una parte del comunicado.

Aquel 7 de julio de 1970 será una fecha recordada por Gordon Banks y su familia por siempre. El Estadio Jalisco fue testigo del gol que Pelé más grito y el cual nunca llegó. El astro brasileño estuvo a dos dedos de anotar pero el guardameta inglés mostró unos reflejos espectaculares.

Inglaterra perdió aquel juego, pero a partir de ahí el portero británico fue visto con otros ojos. Fue apodado “Banks of England” y es considerado uno de los mejores de la historia. Su nombre está a la altura de otras leyendas, como Lev Yashin y Dino Zoff.

De 1966 a 1971 fue nombrado mejor portero del año por la FIFA. Pero no todo fue miel de rosas en la vida de Gordon Banks. En un momento se vio obligado a vender su medalla de campeón mundial, para ayudar a sus hijos a comprar una casa. En ese entonces el futbol no pagaba tan bien como ahora.

También fue presidente honorífico del Stoke de por vida. Fue uno de los últimos encargados de portar la antorcha en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su deceso conmovió al mundo entero del balompié y hoy todos piden su descanso eterno.

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