María Bárbara Wetzel, o Bibi, como a ella le gusta que le digan, ha vuelto a poner el nombre de México en lo más alto. En el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística de Síndrome de Down, Bibi, se impuso a competidoras de otros 15 países y se colgó el oro, llenado a nuestro país de orgullo por su logro
Bibi se preparó arduamente y conciencia previo al Campeonato Mundial de Gimnasia Artística de Síndrome de Down con un objetivo en mente: ganar el oro en el all around de su disciplina, algo que consiguió. No es la primera experiencia que tiene Bibi en competencias de esta envergadura. A pesar de su corta edad, Bibi ya es toda una campeona consumada. En los Juegos de Trisomía, celebrados en Italia, se colgó cinco medallas (tres de oro y dos más de plata). En 2015, con apenas ocho años de edad, consiguió tres medallas en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística de Síndrome de Down para menos de 16 años.
(Imagen: YouTube)
En entrevista para La Afición, la mamá de Bibi, Mónica Aguilar declaró qué “Bibi sabe que tiene Síndrome de Down y es una feliz portadora y sabedora de ser una persona especial, con características especiales que la hacen diferente, y que toda la gente la quiere, la acepta y la respeta”.
Para poder desarrollar las extremidades de Bibi, así como sus destreza y actividades específicas, sus padres decidieron que el mejor deporte para lograr este fin era la gimnasia artística: “Ella entró a la gimnasia para fortalecer sus músculos, para mejorar su motricidad, para desarrollar aspectos de su vida que no tenía descubiertos como era saltar, como era brincar en un pie, correr bien, como era dar unas marometas, que son esenciales en los niños chiquitos y así llega a la gimnasia, como una cuestión de formación, de desarrollo físico y cognitivo, que le ayuda en la cuestión de concentración”.
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Su familia ha luchado para que Bibi pueda seguir siendo una atleta triunfadora, y a pesar de contar con escaso apoyo de las autoridades, pero no así con el apoyo de la sociedad civil, que se ha volcado para brindarle los medios que de otra manera no hubiera podido conseguir. “Cuando ella fue campeona todo el mundo la felicitó, la apoyó moralmente, y en estos Juegos de Trisomía, de inicio nosotros esperábamos el apoyo de las instituciones federales, se dificultó tal vez por falta de comunicación, pero al no ver nosotros que existía ese apoyo, emprendimos un reto, la sociedad realmente se volcó con Bibi, diciendo ‘mereces ir, eres campeona mundial, te apoyamos y te vamos a ayudar a superar este gasto”.
Todo el esfuerzo ha valido la pena y ahora Bibi enaltece a México ganando los máximos honores y demostrando que las limitaciones sólo existen cuando uno deja de luchar e intentar.