Llegar a cualquier estadio de futbol en la Ciudad de México es sumergirse en una forma distinta de vivir el futbol, si eres de provincia sabes a lo que me refiero. El Estadio de Azteca es el inmueble más representativo del futbol en nuestro país, pero sorprende la forma en cómo los aficionados se las arreglan (no es muy complicado) para poder ingerir bebidas alcohólicas en la explanada, calles aledañas o estacionamiento, hay todo un comercio que se engrandece cada día.
Los aficionados que llegan al inmueble aprovechan para comprar una cervezas antes de entrar al inmueble y se las toman sin pudor, sin miedo a ser detenidos por la policía. En bolsas negras, mochilas, tapando el envase con una servilleta o a la luz de todos, seguidores ingieren alcohol antes de ingresar a disfrutar de un partido de futbol. ¿Por qué? Sencillo, porque el precio de este producto aumenta considerablemente al ingresar.
El primer cuestionamiento, ¿es legal? Y es que hay todo un negocio detrás de la venta de alcohol en las afueras de los estadios de futbol. En el estacionamiento del Estadio Azteca se puede observar que personas llegan temprano, abren sus cajuelas y sacan sus hieleras llenas de cerveza. Si no llevas, no te preocupes hay personas que se acercan a vender tortas, pero su verdadero negocio es la venta de latas y hasta caguamas.
Le pregunté a un policía se podía tomar una cerveza, sin voltearme a ver me dijo: “siempre y cuando no te vean, pero es bajo tu responsabilidad”. ¿La venta es legal? “De eso no nos encargamos, nosotros solo resguardamos los accesos al estadio”.
Aunque está reglamentado que no se pueden ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, parece una disputa, porque en teoría un estadio es un propiedad privada y no una vía pública.
El artículo 25, fracción V de la ley de Cultura Cívica dice que son infracciones contra la seguridad ciudadana: “Ingerir bebidas alcohólicas en lugares públicos no autorizados o consumir, ingerir, inhalar o aspirar estupefacientes, psicotrópicos, enervantes o sustancias tóxicas en lugares públicos…”
Tal parece que si los policías trataran de detener a las personas que beben alcohol en los alrededores del recinto acabarían con un negocio y hasta con una forma de ir a ver futbol. Los aficionados dicen que es una cultura beber previo y después del juego. Además, agregan que los precios de la cerveza al interior se incrementa.
Al término de un juego, se puede observar que en el estacionamiento la basura que más sobresale es la de envases de cerveza. Esto no solo sucede en el Estadio Azteca, en el Estadio Olímpico Universitario se da el mismo tema. La venta de alcohol está a la vista de todos al igual que el consumo.
Es un tema que se ha normalizado por lo menos en la Ciudad de México, forma parte de la cultura de ir al estadio. En el tema legal es complicado actuar, porque los policías solo resguardan el orden. Evitan entrar en conflictos con los aficionados, pues es complicado hacer entender que no lo pueden hacer, “siempre y cuando no alteren el orden público”.
Ahora, ¿qué dicen los equipos? Ellos solo se limitan a decir que la responsabilidad del club solo es en el interior de los estadios, saliendo forma parte de las autoridades. Sin duda hay un tema que se debe regular, pues a la luz de todos sucede una venta ilegal del alcohol a las afueras de los estadios mencionados.