Hoy, hasta los alemanes se pusieron la verde. Podrá sonar a cliché o a comercial del Tri, pero lo cierto es que los aficionados teutones que se encontraban presentes en el Estadio Luzhniki también usaron playeras de este color.
¿Podemos ganarle a un conjunto cuatro veces campeón del mundo?, faltan 90 minutos, pero en las tribunas los vamos goleando 7-1.
Aún no empieza el encuentro y conforme pasan los minutos, el recinto se está convirtiendo en el Estadio Azteca. Tal vez no en infraestructura ni en majestuosidad, pero sí en la cantidad de mexicanos que se dan cita en el inmueble, sin importar la lejanía entre ambas naciones. Incluso hay gente que viste la playera azul con franjas negras de Manuel Neuer y lo acompaña con un sombrero de charro. Lo bello del futbol.
Juan Carlos Osorio y Joachim Loew apostaron por un 4-2-3-1, y aunque se trata del primer partido de México en Rusia 2018, los comentaristas se animan a cambiar el apellido del técnico colombiano por la palabra “Cambios”.
Suena el himno de Alemania y todos guardan silencio en señal de respeto. Nadie, salvo Brasil, tiene más títulos que ellos, y su relación con el triunfo es casi tan romántica como la que tienen Bella y Edward Cullen en Crepúsculo.
Con México es diferente. Se tiene la obligación de ganar por lo que significaría vencer a un rival de este calibre, pero no somos potencia mundial y para los medios importa más llegar al quinto partido que levantar el trofeo. Estamos ahí como “incondicionales”, con el deseo de que ganen, pero sabiendo que lo más probable es el empate o la derrota. Queremos que triunfen. Queremos derrotar a uno de los combinados más poderosos del planeta. Por ello, cuando suena el tema nacional, todos cantamos, dejando en claro que si el amor es genuino, la distancia es indiferente. Estamos con ellos hasta donde lleguen y eso no lo va a cambiar nadie.
Ambos generales del ejército se ponen frente a frente para la foto que nunca se publica. La cabeza del capitán Guardado queda en el ombligo de Manuel Neuer, quien porta el gafete para los actuales monarcas del certamen. El tamaño del germano es imponente y cuando ambos se dan la mano, el canterano del Atlas tiene que mirar hacia arriba para ver al rubio cancerbero a los ojos. Pero nada de eso importa. Cuando el iraní Alireza Faghani de el pitido inicial, los tamaños de ambos representativos se verán en el encuentro.
Thomas Muller corre hacia el medio campo y Ozil da unos pequeños saltos para calentar. Nuestros representantes, por su parte, se unen, hacen un círculo y discuten estrategias. En un día normal, sería algo normal, pero si se alcanza el milagro y México vence a Alemania, la estampa de “Chicharito” rezando y Timo Werner, letal artillero del Red Bull Leipzig, mirando hacia arriba desentendiéndose del gesto religioso, pasará a la posteridad.
Los mexicanos salieron bravos. A Lozano no le importó que fuera el minuto del juego para probar a Neuer, quien se viene recuperando de una lesión y se muestra dubitativo al momento de tomar el esférico. La pelota se le escapa de las manos, pero Jerome Boateng la manda a tiro de esquina. Alemania no es pasiva. Eso no va con su mentalidad, y en un intercambio de golpes, Werner se lo acaba de recordar a Guillermo Ochoa, pero su disparo se fue cruzado.
Muller insiste por el costado derecho y Hummels, defensa central, también prueba a portería, pero los de la Mannschaft no concretan.
Min. 8: Falta para México, Hummels derriba a Lozano y Layún acomoda el balón. Su disparo pasa encima de la portería del guardameta del Bayern Munich. El encuentro empezó movidito. Nadie muestra miedo.
Héctor Herrera acaba de sacar un disparo de media distancia, pero Neuer lo contuvo sin problemas. La gente exclama: ¡Uhhhhhh!, mientras se lleva las manos a la cabeza y miran al de al lado como si su vecino de asiento pudiera cambiar lo que pasa en el terreno de juego.
Al minuto 17, Javier Hernandez tiene la oportunidad de abrir el marcador, pero no se decide y le quitan el balón. La redacción de Los Pleyers grita “¡pásala, pásala!”, y cuando se pierde la intentona, los mismos que vociferaban órdenes para el máximo goleador en la historia de nuestro representativo cambian su tono y preguntan: “¿Y dónde está su Dios ahora?”.
Alemania no es pasiva. Eso no va con su mentalidad. Cuando los mexicanos pegan, ellos contraatacan, pero Ochoa ha estado seguro en el fondo y ha frustrado todas sus aproximaciones.
El duelo es de ida y vuelta y parece poco probable que ambos conjuntos puedan aguantar todo el partido a ese ritmo. Loew, por esa razón , ya mandó a calentar a Marco Reus. El delantero del Borussia Dortmund está disputando su primera copa del Mundo. Pudo haber ido a la de Sudáfrica, pero las lesiones lo han castigado mucho. Si todo sale bien (o no), puede tener su debut en la justa veraniega.
Por otra parte, cuando “Chucky” toma el balón, le caen cinco europeos. Es como si hubieran visto sus actuaciones con el PSV y supieran de la peligrosidad de nuestro extremo izquierdo.
La pantalla de la computadora no me deja ver. Sólo alcanzo a observar media televisión, por lo que si me faltan detalles, les pido que me lo aclaren en los comentarios.
¡GOOOOOOOOOL de México! Lozano acaba de recibir una asistencia de CH14, recortó a Hummels y puso adelante al Tri. Es el minuto 34, pero por el momento vamos arriba en el marcador. ¡A huevo!
Foto: Getty
Se termina el primer tiempo. Vela y Herrera están jugando como los dioses y hasta el momento Juan Carlos Osorio está callando bocas. Faltan 45 minutos y nadie se puede confiar. Es un resultado impensable para muchos, pero posible para los que nunca dejamos de creer.
Ambos equipos vuelven a la cancha para el segundo tiempo. Joachim se muestra serio y ni siquiera ha metido la mano en sus pantalones. En cambio, mira hacia la banca buscando a alguien que le pueda dar resultados más tarde en el encuentro. Ninguno de los dos técnicos hace cambios.
Min. 50: Ochoa no es Neuer y le cuesta jugar con los pies, pero tiene la suerte de que su despeje no es interceptado por Werner.
Sale Vela y entra Edson Álvarez. “Rafita”, multicampeón con Barcelona, espera su oportunidad en el banquillo. Creo que tendrá que aguantar por más tiempo…
Alemania también hace cambios. Es el turno de Reus. Sami Khedira había estado flojo en el partido y deja su lugar a uno de los debutantes del torneo.
Decía Lineker que “el futbol es un deporte de 11 contra 11 donde siempre gana Alemania”, pero en estos momentos está quedando como un mentiroso. La gente lo sabe, y corea el “ole” cada que un elemento vestido de verde toca la número cinco.
Ay, Osorio… el nacido en Santa Rosa de Cabal, Colombia, acaba de tomar una decisión muy rara: sacó a Hirving Lozano para darle juego a Raúl Jiménez. Es el minuto 65 y Juan Carlos acaba de retirar a una de las figuras más destacadas del combinado nacional. ¿Qué está haciendo?
Hay un viejo dicho que reza “Vox Populi, Vox Dei” (la voz del pueblo es la voz de Dios) y llegó el momento que muchos esperaban. Osorio acaba de llamar a Rafa Márquez y el futbolista mexicano más ganador de la historia se aproxima a la banda. Con el resultado parcial a favor, parece que el DT apostará por la experiencia. Andrés Guardado se quita el brazalete y se lo da al nuevo “cinco copas”. Ya era el momento de verlo.
El ingreso de Márquez parece haber levantado a los jugadores mexicanos, pues a pocos minutos de que pisa el terreno de juego, Layún se queda cerca de poner el 2-0 con un disparo que pasa por encima del travesaño.
La respuesta de Loew es evidente: como no puede con una estrategia, va a intentar con otra. Se viene Mario Gómez a la cancha. El poderoso atacante del Stuttgart entra por el lateral izquierdo Marvin Plattenhardt. Con este movimiento, Joachim debilita su defensa para ganar ataque. Si no pueden ganar por abajo con la habilidad de Werner, lo intentarán por arriba con centros y servicios al área. Es el minuto 80 y Alemania sigue intentando, pero no puede vencer a Ochoa. Es a todo o nada.
Viéndolo bien, se trata de un es escenario raro: Ozil falla pases, Kroos está errando los disparos que nunca erra y los teutones, que suelen ser fríos y calmados, se notan desesperados en el rectángulo verde. ¡México le está ganando al Campeón del Mundo y ellos no saben qué hacer!
Su mentalidad los hace buscar el triunfo hasta el último suspiro, pero se han encontrado con la mala suerte de que sus intentos pasen desviados del marco de “Paco Memo” o de que éste los haya atajado.
Alireza Faghani, quien ha corrido todo el partido, decide que se agreguen tres minutos. Y los alemanes siguen, y siguen, y siguen, y siguen… ¡Ya que pite el final!, nos están llegando mucho!
¡Se acabó!, ¡El silbante indica el desenlace del encuentro!
¡Ganamos!.