Así fue la vida y carrera del mítico portero Pablo Larios

La muerte de Pablo Larios ha puesto de luto al futbol mexicano, quien ha podido recordar su vida e icónica carrera.

El futbol mexicano ha perdido a una de sus más grandes figuras. Una parálisis intestinal y un paro respiratorio posterior complicaron el estado de salud del legendario guardameta Pablo Larios Iwasaki, quien acaba de fallecer a los 58 años.

Nacido en el municipio de Zacatepec, en el estado de Morelos, Larios Iwasaki forjó una carrera como muy pocas en el futbol mexicano durante casi dos décadas en las que estuvo activo como guardameta. Fiel a su lugar de nacimiento, Pablo comenzó su carrera profesional en el equipo de Zacatepec, donde se ganó el apodo de “El Arquero de la Selva”. En la institución cañera permaneció hasta 1984, cuando dio el salto a uno de los equipos más importantes del país: Cruz Azul.

Con La Máquina, Pablo Larios mostró toda su capacidad, siendo notorios sus reflejos bajo los tres postes y su capacidad de salir por aire. Siempre fue catalogado como un portero arriesgado y su estilo de juego respaldaba los dichos. Con el conjunto de La Noria, el exguardameta tuvo momentos muy recordados, como los subcampeonatos en las temporadas de 1987 y 1989 (en el que regaló un balón a Zague que terminaría en gol). Y fue justo cuando defendió el arco celeste que tuvo la oportunidad de llevar su nombre al marco internacional, pues fue el arquero de la Selección Mexicana durante el Mundial celebrado en el país azteca en 1986, mismo donde el Tri pudo llegar a los Cuartos de Final.

Pese a su buen paso con Cruz Azul, el momento más importante para Iwasaki llegó después de abandonar al equipo celeste. En 1989, Larios firmó con el Puebla y ahí conquistó su máximo logro en el balompié mexicano: ser campeón de liga en la temporada 89-90, derrotando en la final al equipo de la UdeG. Además, en ese mismo año, el equipo de La Franja también levantó el torneo de Copa, siendo Larios uno de los protagonistas de (quizá) el mejor momento de la institución.

En 1997, Larios Iwasaki sumó un subcampeonato más, esta vez como portero del equipo sensación de esa década: Toros Neza, club que se convertiría en el último de su carrera hasta que se dio su retiro en 1998, dejando atrás una trayectoria de éxitos y que es recordada principalmente por revolucionar su posición.

Además de pasar a la historia por ser el “portero de la atajadas imposibles”, Larios también destacó por ser el maestro del quien es considerado el guardameta más espectacular que ha tenido México: Jorge Campos. El Brody aseguró que Pablo fue el mejor de todos los tiempos y que aprendió mucho de él. “Creo que fui su obra maestra, por todo lo que me entrenó”, mencionó Campos.

Tras dejar el futbol, la vida de Pablo Larios sufrió momentos delicados. “Nadie te prepara para el retiro”, llegó a asegurar el exportero, estableciendo que no fue un proceso sencillo dejar las canchas. Además, la muerte de su hijo en 2008, quien buscó cruzar la frontera de Estados Unidos de manera ilegal, le provocó una depresión que lo llevaría a consumir cocaína, lo cual le provocaría contraer un virus que le desfiguró el rostro, teniéndose que someter a múltiples cirugías.

En 2018, ya lejos de las drogas, Pablo Larios anunció su incorporación a la vida política del país, cuando buscó la alcaldía de su natal Zacatepec representando al partido Movimiento Ciudadano. Sin embargo, después del conteo de votos tras las elecciones del 02 de julio, quedó confirmada su derrota.

Títulos, subcampeonatos, Puebla, Cruz Azul, Selección Mexicana, drogas, política. Así fue la vida de un portero que marcó historia en el futbol mexicano y que a partir de hoy será recordado como pocos pueden lograrlo: como leyenda.

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