La FIFA tiene problemas y no de cualquier tipo. ‘Únicamente’ su gran evento está en peligro. Sí, aunque aún faltan tres años para poder disfrutar de otra Copa Mundial de futbol, la realidad es que hoy Qatar está en la cuerda floja, más que nunca. Y obviamente se debe tener un plan B.
De acuerdo a diferentes medios alrededor del mundo, los problemas políticos y sociales, sumados a las acusaciones de soborno, estarían cerca de provocar una crisis en la FIFA, misma que obligaría a un cambio de sede, y la principal opción para entrar al rescate es la coalición entre Mexico, Estados Unidos y Canadá, que en estos momentos tienen asignada el Mundial de 2026.
Según los reportes, el organismo rector del futbol internacional está en pláticas ‘secretas’ con Norteamérica para intercambiar los países que albergarán las dos siguientes Copas del Mundo. Es decir, México y compañía recibirían la de 2022 y Qatar la de 2026, pero… ¿por qué?
La principal razón que puede propiciar el cambio del Mundial de 2022 serían los conflictos internacionales que el país asiático tiene con Arabia Saudita, los cuales se han intensificado en los últimos días. Además, Arabia es la única salida terrestre de Qatar, por lo que la seguridad para turistas que lleguen a una hipotética Copa del Mundo no está asegurada. Por si fuera poco, por esa misma vía deben pasar el personal que está construyendo los estadios y de empeorarse la situación todo se volvería un completo caos.
Una de las opciones alternas que se está manejando para beneficio de Qatar es la entrada por Irán -que también tiene problemas políticos con Arabia-, aunque al ser vía marítima no ofrece garantías ni parece la mejor decisión.
Por todo lo conflictivo del momento -según los reportes- FIFA decidió avisarle a México, Estados Unidos y Canadá sobre el posible cambio y la respuesta fue positiva. Es decir, la coalición se dijo lista para protagonizar el cambio si fuera necesario.
De acuerdo a Récord, la decisión de que Qatar deje de ser sede del Mundial 2022 debe tomarse antes de que finalice 2019, por lo que ahorita la FIFA debe estar trabajando a marchas forzadas para saber qué pasará con el país asiático a corto plazo.