No es un secreto que algunos atletas profesionales no son un dechado de virtudes. No es extraño que, además de su esposa, tengan un “segundo frente”. Y parece que algunos equipos de la NBA han decidido que es una buena idea elaborar un formato para que sus jugadores puedan jugar sin temer que su esposa y su amante se lleguen a encontrar durante los partidos. Esto fue revelado por el jugador de los Charlotte Hornets, Frank Kaminsky.
Es común conocer los escándalos de infidelidad de los jugadores de la NBA. Por ejemplo, Dwyane Wade, Tony Parker, Michael Jordan, Carmelo Anthony son ejemplos de esto. No por nada Chales Barkley llegó a declarar: “Mantengan a sus esposas y amantes lejos la una de la otra. En verdad les digo, no sale nada positivo.”
(Imagen: Instagram)
Así que la polémica se desató cuando, en una de sus historias de Instagram,Frank Kaminsky publicó una foto del polémico cuestionario, en el que les piden a los jugadores los nombres de sus esposas y sus amantes para evitar conflictos en los partidos.
Ante los cuestionamientos que han surgido al respecto, un directivo de los Charlotte Hornets, cuyo dueño no es otro que el mismísimo Michael Jordan, salió a defender la decisión de elaborar un cuestionario de esta naturaleza. Explicó al portal Blacksportsonline, que este tipo de formatos son muy comunes en la NBA, ya que no son el único equipo que los maneja. Lo que buscan con ellos es dar tranquilidad a los jugadores y así puedan concentrarse en su rendimiento en la duela.
Frank Kaminsky (Imagen: Getty)
“No es inusual que un jugador de la NBA avise a sus equipo de que su esposa y su amante van a acudir al mismo partido. Las franquicias necesitamos esa información para que se sienten lo más alejadas posibles. Algunos jugadores prefieren que la esposa se sienten en un palco y la amante cerca de la pista… o al revés. Es algo habitual, son situaciones que suceden en cada partido”, comentó el directivo que pidió permanecer en el anonimato.
La publicación de Frank Kaminsky, como era de esperarse, se volvió viral. Esto ha traído cuestionamientos, tanto de aficionados como de los medios, sobre cuestiones éticas en la NBA. Se considera que este tipo de cuestionarios y de medidas lo único que hace es solapar la infidelidad de los jugadores.
