Imagino que cuando inauguraron el estadio de la Ciudad de los Deportes el inmueble lucia pletórico, con jerseys de equipos de la NFL. Seguramente la afición al fútbol americano en México estaba contenta, se había construido un lugar único para degustar de su deporte favorito, se abría la brecha y todos se ilusionaban por tener un deporte de mejor nivel.
Fue hace 72 años cuando el inmueble abrió sus puertas, los protagonistas el equipo de los Pumas contra Cadetes del Heroico Colegio Militar. Los universitarios ganaron con un marcador aplastante, propinaron un 46-0 y con ello aperturaron el estadio.
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Durante algunas temporadas fue la casa de equipos de Instituto Politécnico Nacional y también de los Pieles Rojas de Acción Deportiva.
Y vaya que su construcción benefició para que por primera vez en la historia de la NFL se disputara un partido de liga fuera de los Estados Unidos. En 1978, Nueva Orleans y Philadelphia pisaron el césped del estadio para dar una gran exhibición al público mexicano.
La verdad es que el futbol americano no ha sido un gran negocio para los empresarios, es por ello que el inmueble que en un principio se había construido para la práctica del futbol americano, terminó albergando partidos de futbol. Un deporte que convoca a multitudes en México y que terminó siendo el negocio de los equipos de balompié que rentaron el inmueble para su uso.
El sábado Cruz Azul jugó su último partido de futbol en este inmueble, hoy el estadio cierra sus puertas de forma definitiva para el deporte profesional. Lo hace albergando el tercer Súper Tazón de la Liga de Futbol Americano Profesional de México, Mexicas y Raptors fueron los encargados de cerrar el estadio, se cierra con un deporta para el que se abrió.
Parecía que en un principio el estadio no se iba a llenar, pero al final llegaron los aficionados al tocho, pero también aquellos que todavía con su playera del Cruz Azul quisieron ver por última vez este recinto.
Para este domingo todo fue una fiesta, me gusta imaginar que así se inauguró, tal y como cierra hoy. Con un espectáculo antes de que comenzara el partido final de la LFA, dos marching band que se encargaron de poner ambiente, de que todos los que estábamos en el estadio reviviéramos momentos de antaño, en un viejo estadio que hoy vive una fiesta.
El inmueble se llenó, el ovoide voló y entonces comenzó un partido de futbol americano en el recinto más grande construido para la practica de dicho deporte. Es ahí cuando comprendes la cultura por el tocho en México, no sirve la comparación con el balompié porque simplemente los rebasan en número, pero si en cultura. Por todos lados veías jerseys de equipos emblemáticos de México, en su mayoría de Pumas y el Politécnico.
Parece que la lluvia le había quitado el espectáculo al medio tiempo, porque no dejó que Panteón Rococo se presentara, pero si lo hicieron las dos marching band, quienes se unieron para dar un verdadero espectáculo, formaron unas letras en el emparrillado que decían “MÉXICO”, en ese momento todos los asistentes se levantaron para aplaudir y gritar a favor de nuestro país.
Al final el tablero señaló un 17-0 a favor de los Mexicas, equipo que se corona por primera vez en la LFA y que cierran el primer gran estadio construido para albergar partidos de futbol americano.
Entre aplausos, celebraciones y con un emparrillado el estadio dijo adiós al deporte profesional, hoy se cierra. Así termina la historia de un estadio que dará lugar a un centro comercial más.