Por: @HerzeleidRivera
Bienvenidos otra vez al año 2012, donde Rafael Nadal y Novak Djokovic disputaban la final del primer Gand Slam del año. En esas fechas ya pensábamos que estos dos jugadores estaban cerca del fin de sus carreras, pero afortunadamente para nada fue así. A nadie nos sorprendió que los finalistas del Australian Open 2019 fueran dos de los “cuatro fantásticos” del tenis.
Y es que en realidad así ha sido durante los últimos 10 años, o más, en la mayoría de los torneos de Grand Slam. No hay sangre nueva en las finales, no vemos a la famosa NextGen del tenis figurar en los afiches de las batallas decisivas de los cuatro torneos más importantes del mundo.
Roger Federer, Rafael Nadal, Andy Murray y Novak Djokovic siguen vigentes, incluso después del anuncio del retiro del jugador inglés. Pudimos confirmar esto durante el Grand Slam de Australia, en donde Djokovic se ha despegado de Federer en cuanto a número de victorias en este Abierto. Esta vez se reconoció al griego Stefanos Tsitsipas, quien ha sido el jugador más joven (20 años) en llegar a una semifinal de este torneo. Claro, también se puso en el reflector al eliminar al defensor del título, Roger Federer, un tipo casi 20 años más viejo, a quien con muchísimo trabajo pudo vencer. Desafortunadamente las dos semifinales fueron bastante aburridas, el francés Lucas Poulille sólo pudo ganarle cuatro juegos a Djokovic, mientras que el griego Tsitsipas batalló para ganarle seis juegos a Nadal. Y no sólo llegaron a la final los dos favoritos, también dejaron muy claro que todavía no hay quien pueda hacerlos a un lado, ni teniendo 10 años menos.
“Todo el mundo me dice que estoy en el final pero, ya sabes, no tengo 89 años, me siento joven todavía”, dijo Roger Federer en 2013 cuando todos pensábamos que era el fin de una era y de la carrera del suizo. A Roger siempre le emocionó la idea de medirse ante las nuevas generaciones, pues eran los que venían a ocupar el vacío que supuestamente estaban dejando los viejos del circuito. Sin embargo, esos jóvenes no llegan y el ocupante del hueco sigue siendo el mismo, con 38 años y todavía más hambre de la que tienen los chicos que tendrían que haber dado desde hace tiempo un paso firme hacia adelante.
¿Dónde están los jóvenes? ¿Dónde está Kyrgios, Zverev, Chung, Tiafoe, Shapovalov y todos los demás muchachos que ya deberían estar ganando los cuatro torneos principales? El asunto generacional es algo de lo que se viene debatiendo en el tenis en los últimos años. Jóvenes que tienen un gran potencial, que no logran despegar del montón y a los que les es difícil acercarse a los primeros lugares en el ranking y hasta ahora imposible ganar un Grand Slam.
Rafael Nadal, después de estar más de un año lesionado regresó a ocupar el primer lugar del ranking mundial. Roger Federer, luego de una larga inactividad por una lesión en la rodilla izquierda (después de sus 30 años) regresó a seguir rompiendo récords. ¿Qué es lo que hace de estos atletas un ejemplo en su campo? Tal vez la respuesta es mucho más sencilla de lo que creemos: pasión, profesionalismo y determinación a la hora de enfrentar nuevos desafíos. Cuando todos pensamos que el suizo se acercaba al retiro a sus 35 años, ganó el Australian Open. Nadal, por su parte, se convirtió en leyenda al seguir arrasando en Roland Garros.
Hace poco en una entrevista, Toni Nadal, tío y entrenador del gran Rafa, habló sobre los jóvenes del tenis mundial. Según su opinión, “la falta de la pasión y los nuevos códigos de una sociedad más dispuesta a colmar todas las necesidades, combinados con el impulso de las nuevas tecnologías, derivaron en unos jóvenes menos inclinados a perseverar”.
En la entrevista, el Tío Toni también destaca la fortaleza mental de los tenistas más experimentados: “El primer hecho decisivo ha sido un cambio de mentalidad, según el cual los jugadores han dejado de sentirse mayores al rondar los treinta. Cuando nosotros llegamos al circuito, muchos tenistas con 28 o 29 años, Carlos Moyà entre ellos, te comentaban que ya estaban en el ocaso de su carrera y prestos a terminarla. Los tenistas actuales han decidido, en cambio, que quieren seguir compitiendo alentados, por una parte, por el juego actual basado en un buen saque, un buen resto e intercambios cortos que han cambiado la exigencia física; y por otra, por la falta de un grupo de jóvenes dispuestos a desbancarles de su puesto”, dijo Nadal.
El Tío Toni no ha sido el único que se refiere a las nuevas generaciones básicamente como un puñado de niños mimados, Marat Safin realizó un duro diagnóstico de las nuevas generaciones de tenistas y dijo que los jóvenes son incapaces de destronar a Rafa, Nole y mucho menos a Roger.
El ruso piensa que es malo para el circuito que Federer y Nadal se encuentren tanto tiempo a la cabeza. “En mi época, si a los 17 años no ganabas un torneo ATP, eras un matado y ahora si ganas un torneo con 25 eres miembro de la NextGen. Nadal y Federer siguen arriba porque los jóvenes son muy malos”, dijo en una entrevista al medio Marca.
Además comentó algo que seguido escuchamos de las generaciones de los setentas y ochentas sobre los más jóvenes, “…yo pertenecí a otra generación en la que no teníamos Internet, no teníamos iPad, éramos más como una familia“. No sé si eso tenga mucho que ver, tal vez sí, pero remató con un comentario muy interesante al respecto: “Ahora cada tenista tiene siete entrenadores, cinco asesores, cuatro médicos, cinco preparadores físicos… Es un poquito diferente. Todo el mundo está con el Instagram, el Twitter y les cambia la mente”, explicó. Aquí me viene mucho a la cabeza el australiano Nick Kyrgios, a quien detesto por su actitud dentro y fuera de la cancha, llegué a odiarlo cuando a mitad de un partido contra Stan Wawrinka le hizo un comentario al suizo sobre su novia. ¿Les suena esa falta de profesionalismo, disciplina, educación y sentido común en la chamba?
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La otra cara
Mientras tanto, en el lado femenil, Naomi Osaka levanta en Australia el trofeo de su segundo Grand Slam. Se lo merecía bastante, después de que su primer gran triunfo fuera opacado por la actitud antideportiva de Serena Williams y su horda de seguidores en el US Open 2018. A los 21 años ha vencido con la mano en la cintura y de manera magistral a jugadoras jóvenes y veteranas que se encuentran dentro de las mejores 20 del mundo. A pesar de que creo que Naomi es una jugadora totalmente distinta al resto, en el tenis femenil sí hay una marcada tendencia de las jugadoras jóvenes a ir llegando a la cima de forma mucho más rápida que los hombres.
No sabemos si es un asunto que tenga que ver con disciplina, actitud, entrenamiento o incluso tecnología, lo que sí es muy claro es que los hombres jóvenes de la ATP están tardando muchísimo en alcanzar los niveles que los “cuatro fantásticos” han tenido durante los últimos 15 años. Me pregunto si alguna vez un Zverev o un Shapovalov llegarán a la mitad de triunfos y títulos que Roger Federer ha obtenido en su carrera.
¿Estará demasiado alto el listón para las nuevas generaciones? Para mí sería maravilloso ver jugar a Su Majestad toda la vida en ese nivel que ha tenido los últimos diez años, pero la realidad es que la famosa NextGen debería venir a darle mucho sabor a la ATP y al tenis en general. Pero la gran pregunta que espero no quede en el aire por mucho tiempo es: ¿Por qué las nuevas generaciones del tenis siguen sin ganar un Grand Slam?