El hablar de un equipo significa, en el mayor número de veces, repasar a los grandes jugadores que lo componen y ustedes, Dodgers, no son la excepción. Seguramente conocen a Yasiel Puig, Adrián González, Clayton Kershaw o Kenta Maeda, pero ¿sabes quién es Dave Roberts? Te damos una pista: es parte esencial de tu novena, sin él las cosas no serían iguales. ¿Lo reconoces? Bien, no importa tu respuesta, aquí te diremos quién es.
Dave Roberts fue un beisbolista que debutó con Cleveland Indians en 1999, después de pasar por equipos en las ligas menores, en las filiales de los Detroit Tigers. Con los Indians, vio su primera oportunidad en la Gran Carpa frente los Tampa Bay Rays. En esa temporada, Roberts terminó con 41 partidos en la espalda, dos jonrones y un .238 de bateo.
Para el año 2000, pese a su buen rendimiento, fue relegado a los Buffalo Bisons donde jugó prácticamente todo el año 2001, aunque tuvo sus oportunidades con Cleveland y pudo destacar, aunque no lo suficiente para obtener el puesto titular.
En diciembre de 2001, los Dodgers fijaron su mirada en él y en 2002 por fin pudo estar una campaña completa en un roster de las Grandes Ligas, fungiendo como primer bate y jardinero central. En ese año, Dave logró un promedio de bateo de .277 y 45 bases robadas.
En el 2003, cuando iniciaba su segunda temporada con los angelinos, Robert fue castigado por las lesiones y sólo disputó 107 juegos, donde se robó 40 veces las almohadillas y tuvo un .250 al bate.
El 2004 fue muy turbulento para el pelotero: inició la temporada con los Dodgers, pero en julio fue traspasado a los Red Sox Boston donde lo más destacado que realizó fue un robo de base contra los New York Yankees, en el juego cuatro en el campeonato de la serie americana, que permitiría ganar a su novena.
Cinco meses después de haber recalado en Boston, fue de nueva cuenta traspasado, ahora a los Padres de San Diego. Ya en 2005, bateó para un .275 en 115 partidos; y en 2006, logró la marca de 49 robos con la escuadra de San Diego.
De diciembre de 2006 a marzo de 2009, Dave Roberts fue parte del que sería su último equipo: los San Francisco Giants. Las lesiones, como en gran parte de su carrera, lo mantuvieron mermado mucho tiempo, por lo cual no pudo mostrar su capacidad. El cinco de marzo, los Giants liberarían su contrato y el jugador terminaría así su carrera como pelotero profesional.
Después de su retirada, en 2010 tomaría parte del equipo de coaches de los Padres de San Diego, en la primera base. En 2015, dirigiría por primera ocasión como manager principal, perdiendo 9-1 frente a los Athletics Oakland, aunque terminaría por regresar como instructor de banca al siguiente encuentro, puesto que había ostentado desde 2014.
En marzo de 2010 fue diagnosticado con cáncer de Hodgkin, contra el que lucho poco más de un año, hasta recibir la alta médica, asegurándole que la batalla había sido ganada. El tratamiento como la enfermedad no fueron realmente fuertes contra Roberts, pues el linfoma se detectó a temprana edad y pudo ser atacado forma segura y sin riesgos.
Para esta altura del texto, después de tantas palabras y números, te podrías ¿por qué es importante para los Dodgers?
Pues, además de haber sido parte de la plantilla y pese a su nula experiencia al frente de un primer equipo, hace unos meses los dirigentes del equipo le brindaron la oportunidad de dirigir a la novena angelina en la temporada 2016 en la cual ha hecho un buen trabajo, liderando la división oeste de la Liga Nacional y asegurando un puesto de los playoffs. Busca llegar a la Serie Final, algo que su antecesor no logró en los últimos cinco años.
Él es Dave Roberts, el beisbolista que no pudo brillar plenamente en la Gran Carpa, aquel capaz de vencer el cáncer y, con poca experiencia, hacer de los Dodgers de Los Angeles una de las novenas más temidas en las Grandes Ligas. ¿Verdad qué es importante para nosotros “Dodger Nation”?
Por: Israel Rangel
