Parece que la presión ejercida por Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, y Mike Pence, vicepresidente, ya surtió efecto en algunos dueños de equipos en la NFL. Jerry Jones, mandamás en los Dallas Cowboys aseguró que no tolerará alguna falta de respeto a los símbolos patrios y el jugador que se hinque no jugará el partido.
“Sé que no podemos… en la NFL, de ninguna forma, permitir que se concluya que toleramos las faltas de respeto a la bandera”, declaró el magnate tras la derrota del equipo de la estrella solitaria ante los Green Bay Packers el domingo.
Ese mismo día, una docena de jugadores de los San Francisco 49ers se hincaron durante el himno nacional en su partido ante los Indianapolis Colts, situación que hizo que el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, abandonara el estadio mostrando su rechazo a estas expresiones de los jugadores de la NFL.
“Sabemos que hay un debate serio en este país sobre estos temas, pero en mi mente no hay duda de que la NFL y los Cowboys de Dallas van a ponerse de pie ante la bandera, seamos claros”, declaró Jones en cuanto a las protestas de los jugadores por los abusos policiacos hacia la comunidad afroamericana.
Hace dos semanas, el mismo Jerry Jones se hincó junto a todos sus jugadores como protesta previo a que se entonara el himno en el partido de los Cowboys y los Arizona Cardinals, sin embargo durante las notas musicales se levantaron.
“Si hay cualquier cosa que resulte irrespetuosa hacia la bandera no jugaremos, ¿OK? ¿Entendido? Si le faltamos el respeto a la bandera, no jugaremos, punto”, finalizó el dueño de los Cowboys.
Donde se dio una situación peculiar fue en el partido de los Oakland Raiders y los Baltimore Ravens, donde el corredor estelar Marshawn Lynch se sentó durante el himno de los Estados Unidos y un grupo de coaches y auxiliares lo rodeó para evitar que las cámaras de televisión lo grabaran. A final de cuentas, no lo consiguieron.