La cabra Murphy finalmente parece terminar su encanto: después de 71 años de aquel 6 de octubre en el que los Cubs “quedaron malditos”, la novena del norte de Chicago finalmente llegó y ganó un duelo de Serie Mundial en Wrigley Field. Sin embargo, el exorcismo no está completo, pues con una victoria de los Indians de Cleveland en dos partidos, el sueño de conquistar el Trofeo del Comisionado por primera vez desde 1908 se esfumaría en una de las temporadas con más ilusión para los hijos consentidos de la “Ciudad de los Vientos”.
Pero ahora no sólo luchan contra sus propios demonios. La historia pone en un predicamento a los Cubs, pues apenas cinco equipos desde 1925 que entrega la voltereta tras ir perdiendo 3-1 la Serie Mundial, siendo los Royals de Kansas City ante los Cardinals de San Luis en 1985 los últimos en lograrlo. Los otros fueron los Pirates sobre los Senators hace 91 años, los Yankees sobre los Braves en 1958, los Tigers ante San Luis diez años después y los Pirates sobre Baltimore en 1979.
Para poner el escenario aún más dramático, Chicago tiene que llevarse el sexto y potencial séptimo juego en calidad de visitantes para proclamarse campeones, lo que acorta esta última lista a tres antecedentes: los Yankees, los Tigers y los Pirates, por lo que casi en cuatro décadas, la voltereta de visitante no ha sido divisada en el “Clásico de Otoño” en las Ligas Mayores. Quizás la cabra pueda seguir sonriendo.
Del lado de Cleveland, con una sequía 40 años menos larga, las probabilidades juegan a su favor en más de una forma, pues de aquellos equipos que llevan tres ganados por dos descalabros tienen un 67% de probabilidades de coronarse, siendo 43 de 64 los que lo han logrado. Que para sumar en la causa de la “Tribu”, sólo ha habido un séptimo juego entre aquellos locales que regresan a casa con 3-2 en la Serie, siendo los Marlins la única novena en sentenciar el título en el duelo definitivo, ante los Indians, por cierto, en su última Serie Mundial.