Promesa del futbol americano muere trágicamente tras ser arrollado por un tren

Muere Bryce Gowdy, promesa del futbol americano previo a jugar con Georgia Tech
El joven tenía solo 17 años.(Foto: Internet)

Debe ser doloroso perder a un ser querido que prometía un futuro brillante. La vida no da explicaciones, solo hace que las cosas sucedan. Para la gente cercana es irreparable el saber que un día tienes a tus seres queridos y al otro deben entender que no podrán pasar más rato con ellos.

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Ese es el daño irreparable que la familia de Bryce Gowdy atraviesa. Su nombre no era conocido, pero él juraba que en el algún momento iba a ser famoso. Practicaba futbol americano en el equipo de su secundaria; mucho hablaban de él y lo catalogaron como un gran receptor. Hoy, esa promesa de los emparrillados ya no existe más porque un tren lo arrolló el pasado lunes en Deerfield Beach, Florida.

El chico de 17 años fue trasladado al hospital Broward Health North después del accidente, según informó la Oficina del Sheriff del condado Broward. Bryce Gowdy no pudo más y falleció en ese lugar.

Las autoridades no dieron más detalles del percance, pero se sabe que el pequeño jugador había concluido recientemente sus clases en Deerfield High School un semestre antes para poder unirse a Georgia Tech, donde iba a seguir con su carrera como receptor. En un comunicado, la que iba a ser su nueva casa lamentó su temprana partida.

“Toda nuestra familia de fútbol americano de Georgia Tech está devastada por la noticia del fallecimiento de Bryce”, dijo el entrenador de Georgia Tech, Geoff Collins. “Bryce era un joven sobresaliente con un futuro muy brillante. Fue un gran amigo para muchos, incluidos muchos de los jugadores actuales y futuros de nuestro equipo”, señaló.

En ese mismo escrito, la institución académica reveló que, de acuerdo con el sitio de internet Rivals.com, una página que sigue los fichajes deportivos en las secundarias, Bryce Gowdy estaba situado en el puesto 37 de los mejores receptores de Estados Unidos.

Así es como el chico tenía el mundo frente a él. Habían pasado solo unos días desde que se inscribió a Georgia Tech. Un nuevo capítulo estaba por escribirse en el futbol americano hasta que el destino le jugó una mala pasada.

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