Entre tanta irregularidad, el América recibió una buena noticia este martes. El conjunto de Coapa se mantiene enfocado en clasificar a la Liguilla donde, dicho sea de paso, enfrentarán al Veracruz este viernes en busca de sumar tres puntos que amarren su lugar entre los ocho mejores.
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Pero las buenas nuevas provienen del máximo entre del futbol mundial: la FIFA. El organismo tardó en dar su resolución tras la demanda que interpuso el equipo mexicano al Independiente de Avellaneda por el atraso de la restante transferencia del delantero, Silvio Romero.
La disputa ha estado desde hace varios meses. Todo inició como una queja, pero ante la falta de compromiso del club argentino a responder la inconformidad, los de Coapa llevaron el tema a algo más serio. Y de acuerdo con medios de Sudamérica, la FIFA ya determinó que Independiente debe pagarle a los azulcremas una cantidad cercana a los dos millones de dólares.
La cantidad exacta a saldar es de un millón 203 mil 889 dólares con 24 centavos, más el diez por ciento de intereses anuales aplicables a partir de septiembre del año pasado.
Es decir, 637 mil 500 dólares corresponden a puros intereses, de ahí la negativa del club sudamericano a pagar. De acuerdo con medios de Argentina, Independiente recurrirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS, pos sus siglas en inglés) para apelar la decisión, por lo no es seguro que el América reciba su dinero pronto.
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Recordemos que el traspaso del Chino Romero se dio 2017 por 4.2 millones de dólares, por el 70 por ciento de la carta. Dicha cifra no se cumplió en la liquidación y eso provocó el enojo de la comitiva de Las Águilas.
En el actual certamen, Silvio Romero es el máximo goleador de la Superliga con siete anotaciones. Tras su oscuro paso con el América, el argentino retomó su nivel y es uno de los referentes del Rojo.
Y por si te lo perdiste, Miguel Herrera no es un hombre que le tenga mucha paciencia a sus jugadores, a menos de que se trate de un extranjero (es la triste realidad). Cuando Ochoa regresó y su nivel no era el esperado, el Piojo pensó mandarlo a la banca:
