Un proyecto a futuro, la clave del éxito para Guardiola y Klopp

Pep Guardiola y Jürgen Klopp son dos entrenadores con reconocimiento mundial, pero para que el Manchester City y Liverpool despeguen necesitan una cosa: un proyecto a futuro

En el mundo hay muchos técnicos, demasiados. Unos regulares, otros buenos y unos cuantos más son considerados como muy buenos. Justo en esa última sección entran los entrenadores de los equipos élite y en la actualidad no se puede dejar fuera a dos: Pep Guardiola y Jürgen Klopp… o al menos eso es hasta ahora.

Tanto Guardiola como Klopp se encargaron de ganar campeonatos y hacer que sus equipos fueran protagonistas en sus respectivas ligas y a nivel internacional. Barcelona y Bayern Múnich son el “pequeño” currículum que tiene el español; mientras que el Borussia Dortmund fue el club con el que Jürgen se graduó como entrenador para que el mundo lo volteara a ver.

Sus éxitos y su capacidad ganadora llevaron a que el Manchester City y el Liverpool se fijaran en ellos para hacer lo mismo: obtener títulos importantes. Sin embargo, conforme van pasando los meses esa meta parece cada vez más improbable en la temporada, pero ¿por qué no han funcionado?

El “caso Guardiola”, podríamos decir que es un poco más fácil de explicar. En primera instancia está la razón que todos creen: los jugadores. “No tiene una plantilla formada por jugadores que se saben su sistema de memoria (Barcelona), ni tampoco una ventaja monumental en talento que le permite un proceso gradual de adaptación (Bayern)”, comentó el periodista Martín del Palacio.

Y es que sí, Pep llegó a Manchester con encomienda de hacer del City un equipo ganador y no que lo fuera aún más, como en los dos anteriores. Él tiene que hacer toda una estructura, la cual los culés la tenían desde La Masía con Iniesta, Xavi y Messi, por ejemplo. Cuando tomó al Bayern, el club acababa de ganar el triplete, estaba hecho, por decirlo de alguna manera, y sólo llegó a establecer su filosofía a un cuadro que ya se conocía.

La diferencia es que en este caso (parece) no tiene mucho tiempo de sobra para formar un equipo desde abajo (lo cual no ha hecho antes), implementar su juego y, además, ganar títulos de inmediato.

Por si fuera poco, durante la campaña (2016-2017) ha sufrido de lesiones importantes como la Ilkay Gündogan y Gabriel Jesús; o suspensiones como las de Sergio Agüero y Fernandinho, que estuvieron cuatro semanas fuera. Más el fichaje poco fructífero del arquero Claudio Bravo, que llegó como refuerzo, y después de meses se ha tenido que conformar con estar en el banquillo. Aunque bueno, como se dice, esas ya son “cosas del futbol”.

Con Klopp la cuestión es un tanto distinta. Donde ha estado, Jürgen ha hecho las cosas bien pero nunca fue un todo poderoso con la obligación de ganar, aunque sí llegó a obtener títulos como la Bundesliga e incluso le alcanzó a llegar a una final de la Champions League.

También el alemán puede reclamar tiempo, pues su éxito con el Dortmund se basa en los siete años que estuvo al frente de la institución, de donde empezaron a sobresalir nombres como el Marco Reus, Robert Lewandowski y Mario Gotze. En Liverpool apenas va a cumplir año y medio desde que tomó las riendas.

Además, pese a tener jugadores con muy buena calidad, la realidad es que tampoco tiene un jugador tan desequilibrante como lo es un Alexis Sánchez para Arsenal o un Diego Costa en el Chelsea; y no se invirtieron tantos millones como lo hizo el Manchester City con Guardiola para la temporada 2016-17.

Hoy en día, los Citizens acaban de ser eliminados de la Champions League y los Reds de la FA Cup. La liga, pese a que son terceros y cuartos respectivamente, parece muy lejana, pues el Chelsea les supera por más de diez puntos. Así que solo les queda concentrarse en armar un proyecto que comience a rendir frutos, porque al final es lo que realmente les servirá para poder obtener los resultados esperados.

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