Isaan es un lugar al noreste de Tailandia conocido por ser una de las zona más pobres y subdesarrolladas del país. Dentro de las pequeñas villas que conforman la región, todo son campos de arroz. La mayoría de sus habitantes dedican la vida entera a cosecharlos, una labora humilde pero la única opción laboral en un terreno tan inhóspito como este. Eso o practicar Muay Thai.
En años recientes, este territorio ha llamado la atención por la curiosa práctica de organizar peleas de niños, quienes pasan horas y años aprendiendo el ancestral arte del Muay Thai como una forma de conseguir ingresos para sus familias. Muchas asociaciones de derechos humanos han satanizado esta práctica y han comenzado esfuerzos evitarla; sin embargo, para los pobladores de Isaan esto sólo forma parte de su día a día. Muchas familias escogen estas vidas para sus hijos para alejarlos de las drogas y las pandillas, pues es a la larga su habilidad en el arte de los ocho miembros podría llevarlos a una mejor vida lejos del entorno rural que los vio nacer.
Esta situación solía ser la regla en casi todas las provincias de esta región de Asia, pero con el desarrollo de varios países, lo jóvenes asisten cada vez más a la universidad y comienzan negocios propios, lo que ha relegado esta práctica a sólo las zonas más pobres.
En un deporte en el que las apuestas son más importantes que el mismo show, conocimiento interno en los peleadores implica mejores probabilidades y más dinero. Incluso en las peleas de los más jóvenes, niños de entre 7 y 8 años, grandes cantidades de dinero circulan entre los apostadores, quienes pueden invertir cantidades risibles como 100 baht (3 dólares) o pueden volverse locos y lanzar 50 mil (1,700 dólares). Esto se lleva a cabo bajo un procesos bastante rudimentario y sin ninguna organización. No existen oficiales que manejen el dinero que se apuesta, en su lugar cada individuo apuesta contra otro directamente (estableciendo sus propias condiciones).
Marcus Ubungen recientemente realizó el documental Beyond The Fields, que trata de desmitificar el tema y cuenta la vida regular de estos jóvenes peleadores.