Miguel Sabah, el callado y “miedoso” que siempre respondió

Miguel Sabah fue el delantero mexicano que trabajó, respondió y nunca encontró recompensas, ya que nuestro futbol es ingrato.

El miedo es el recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea, según lo explica la Real Academia de la Lengua. Si seguimos literalmente esta descripción, todos, absolutamente todos sentimos miedo en algún momento de nuestro día. En el caso de los futbolistas el escenario es claro, el miedo a salir con la derrota a cuestas.

“Tuvimos miedo”, fue la frase que en 2008 dijo el delantero mexicano Miguel Sabah y que lo marcó para el resto de su carrera. Todos sentimos miedo, pero no tenemos permitido decirlo.

En aquella ocasión vistió el uniforme del Cruz Azul, no pasó uno de sus mejores torneos y enfrentó al odiado rival, el América. Sus declaraciones “rompieron el internet” y los medios de comunicación lo hicieron su comidilla.

Fue tanto el eco que se hizo a esas dos palabras que hasta se ganó el mote sarcástico del “Hombre Sin Miedo” hasta el último día de su carrera como profesional.

Sabah tuvo un pecado y ese fue aceptar el miedo, una declaración que opacó una carrera llena de esfuerzo, trabajo y silencioso éxito.

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NO TOLERAMOS EL FRACASO    

“Soy la carrilla del equipo. No sé si han visto el ‘Show de la Barandilla’. Había un señor que salía diciendo: ‘tengo miedo, tengo miedo’, así me dicen”, declaró Sabah al diario La Jornada en 2008.

Esa derrota ante las Águilas caló más hondo en la humillación que ya tenían los aficionados de la Máquina Cementera, pronto el Cruz Azul sería conocido como el “subcameponísimo” y al equipo lo rodearía un halo de fracaso.

Miguel Sabah no es el culpable de que el Cruz Azul fracasara, pero lo convirtió en tendencia por sus declaraciones. Y es que en nuestra cultura nos enfocamos en las derrotas y señalamos a quienes la reconocen.

En su libro Crear o Morir, el periodista argentino Andrés Oppenheimer explica una teoría que explica por qué la innovación no tiene presencia en los países latinoamericanos y esa es que tenemos una cultura social que no tolera el fracaso.

No decimos que Miguel Sabah era un genio incomprendido, pero si fue un jugador al que no le molestó el fracaso, lo reconoció y siguió su trabajo a pesar de las críticas.

¿Por qué se criticó a Nery Castillo cuando presumió que él jugaba en Europa?, ¿no dijimos que le faltaba humildad y que era un “crecido”?. En el otro lado de la moneda está Sabah, sin los mismos reflectores, sincero, reconociendo una derrota y hablando de un miedo que todos sentimos, el miedo al fracaso.

La carrera de Miguel fue discreta, pero dio la cara por los delanteros mexicanos dentro de la Liga MX, sobretodo en un tiempo en que los jugadores extranjeros comenzaron a tener más presencia en las plantillas.

Desde su debut en el año 2000 con las Chivas hasta su retiro forzado en 2015 con el León, Sabah nunca pudo presumir un liderato de goleo. Sin embargo sí puede decir que fue el mejor mexicano en varios torneos como el Apertura 2006, Apertura 2007, Clausura 2009, Apertura 2010 y Apertura 2012.

En total, Sabah logró alcanzar las redes en 139 ocasiones durante 375 partidos disputados, números nada despreciables para un delantero mexicano. Además es el tercer mejor goleador en la historia de Monarcas Morelia, solo por detrás de Marco Antonio “Fantasma” Figueroa y Alex Fernandes.

¿Será que si nunca hubiera dado esa declaración del miedo, estaríamos hablando de un delantero de época en nuestro balompié?

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EN LA SOMBRA DE LOS NATURALIZADOS

Tenemos que ser muy claros, Miguel Sabah nunca será un Cuauhtémoc Blanco, Luis Hernández ni siquiera un Omar Bravo, pero si fue un jugador de competencia. Más allá de batallar con los delanteros nacidos en México por un puesto en los equipos y hasta en la selección nacional, Sabah contó con la mala fortuna de disputar los puestos titulares con los naturalizados y extranjeros.

Si uno ve las tablas de goleo individual de la Liga MX del 2000 al 2015 (años en que Miguel fue profesional), su nombre aparece por debajo de los de Christian Benítez, Humberto Suazo, Vicente Matías Vuoso, Emmanuel Villa, Daniel Ludueña, Luis Gabriel Rey, Giancarlo Maldonado, entre muchos otros, aunque estuvo siempre compitiendo como los mejores mexicanos romperredes de los torneos.

Con sus altibajos, en los 25 torneos que disputó de Liga, en 10 estuvo dentro de los 5 mejores delanteros nacidos en México, siendo el mejor en cinco de ellos y teniendo su mejor torneo el Apertura 2007 y Clausura 2009 con 11 dianas.       

“Cada vez hay más naturalizados y es muy fácil para la gente de fuera hacerse mexicano, no tengo nada en contra, tuve muchos compañeros extranjeros que gracias a ellos metí muchos goles, pero creo que ha crecido bastante el número de naturalizados y eso está opacando mucho a los jóvenes mexicanos. Hay una buena camada en la Selección pero esperemos en seis años si estos sigue así difícilmente seremos tan competitivos”, declaró Sabah el día que anunció su retiro.

Si dentro de la Liga MX le costó ocupar un puesto, en la Selección Mexicana lo fue más. Miguel Sabah vistió la playera del Tri en 17 partidos en los que sumó 5 goles de los cuales le marcó dos a Haití, uno a Guadalupe, uno a Panamá y, quizá el más importante de su carrera, uno a los Estados Unidos.

Esta anotación fue oxígeno puro en 2009 para la Selección Mexicana que caminaba con muchas dudas rumbo al Mundial de Sudáfrica 2010. Miguel marcó el tanto con el que el el Estadio Azteca respiró de alivio y el público mexicano recuperaba un poco de dignidad ante los norteamericanos en una complicada eliminatoria. Además, este gol representó una forma de reivindicación, aunque a final de cuentas no fue contemplado para la Copa del Mundo por Javier Aguirre, en parte por una lesión que lo afectó.

“Obviamente todos queremos jugar una Copa del Mundo, desgraciadamente pasó una lesión, pero creo que estoy tranquilo porque en mí no quedó, tuve muchos años a muy buen nivel, metiendo goles y en esa parte estoy tranquilo”, declaró en 2015 ante el recuerdo de no poder cumplir su sueño mundialista.

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UN ADIÓS EN SILENCIO

Tras su paso por la Máquina, Sabah vistió los colores del Morelia, Chivas (por segunda ocasión) y el León, con quienes pudo saborear lo que es ser campeón a pesar de no tener mucha actividad con el equipo.

Su nivel ya no era el mismo, anotó 12 goles en los 27 duelos que vio acción. Se despidió con un título, jugó otros torneos y después ya no renovó contrato.

Buscó acomodo en otro club y nadie levantó la mano, pasaron los meses y la decisión se tuvo que tomar: dejar el futbol de manera profesional.

“Me quedo con todos esos instantes que me hicieron sentir que no había nada más maravilloso que jugar futbol”. Miguel Sabah, ex futbolista profesional.

En una sencilla rueda de prensa, Miguel Sabah dijo adiós al deporte que le dio de comer y lo hizo sentir vivo, pero que también lo marcó con una palabra. Sin quererlo, se convirtió en un villano con etiqueta de “miedoso”, el jugador que siempre respondía en la cancha, pero que nadie quería en su equipo.

“Me tocó ser el villano, desgraciadamente, por una palabra que a lo mejor por todo lo que rodeada en ese momento el partido, se malinterpretó”, declaró en su momento.

Miguel Sabah no fue un miedoso, fue un futbolista que discretamente cumplió con su trabajo, que batalló con las circunstancias extra del futbol y que puede presumir que nunca se subió a un ladrillo para marearse. Sabah puede estar tranquilo, porque solo los valientes reconocen el miedo cuando lo ven y, sobre todo, lo enfrentan.   

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