Hay polos opuestos en los banquillos de las semifinales

De todos los que están en semifinales Hernán es el que menos actitud e intensidad tiene, está obligado a dar la sorpresa con un equipo que representa poco y nada bajo las órdenes de él.

A lo largo del día he escuchado a comentaristas decir que Ricardo Ferretti, el entrenador de los Tigres de la Universidad debe estar entre los mejores de la historia del futbol mexicano. El argumento es sencillo: es el estratega que más títulos ha conseguido en los últimos años. Pero ¿cómo es?, ¿cómo se comporta dentro y fuera de la cancha?. Ferreti es un hombre con cara de pocos amigos, pero también es alguien inteligente, el último bombero del futbol nacional.

Todos hemos visto el video en donde le enseña a sus futbolistas como rematar de volea, su explosividad ha provocado respeto entre sus jugadores, para el Tuca no existen errores. Hasta el momento no existe futbolista que pueda encarar al brasileño, dentro de la cancha es una fiera, pero afuera, en los pasillos de las instalaciones del club, da consejos a los más jóvenes y ríe con los periodistas. Podemos definir a Ricardo Ferretti como un hombre carismático, pero en su trabajo es exigente, impecable y contundente

También en el norte del país, pero a 2 mil 300 kilómetros de Monterrey, justo en Tijuana, se encuentra otro de los estrategas más polémicos del futbol mexicano. Miguel Herrera tuvo que cerrar el pico y salir por la puerta de atrás de la Selección Nacional, no es el mejor en la táctica, pero puede hacer grupo, contagiar de su emoción a todo un equipo y defender a los 11 hombres del terreno de juego. Lo calificaría como un entrenador conflictivo, a alguien que no le importa a quién enfrentar y solo encarar bajo una premisa: no perder.

Tan polémico es que su hija, catalogada como la “Piojita” en Twitter, señalaba a los opresores de su padre y paseaba como toda una princesa por los mejores lugares del país. Al final, su temperamento lo puso en Tijuana, aprendió a cerrar la boca y a trabajar, hizo estrategia y aunque ha mejorado sigue siendo un estratega cumplidor y conflictivo.

Hernán Cristante es el contrincante más joven, alguien apasionado. El argentino no supo cómo reaccionar cuando Santos estaba sobre su equipo, el Toluca. Refleja su nula experiencia, Cristante es alguien sereno, respetuoso y con una táctica definida. De todos los que están en semifinales Hernán es el que menos actitud e intensidad tiene, está obligado a dar la sorpresa con un equipo que representa poco y nada bajo las órdenes de él.

Durante su última conferencia de prensa no pudo dar explicaciones. “No sé, parece que eso es falta de manejo de partido, fue complicado”, fueron las palabras de un entrenador que no comprende lo que sucede y que exhibe su nula experiencia.

Su contrincante es Matías Almeyda, el estratega de la Chivas que ha puesto orden y ha dado resultados a la institución. El Pelado tiene actitud, ya conoce el futbol mexicano y sobretodo tiene un equipo de trabajo que lo respalda en cada una de sus decisiones, reclaman cuando tienen que hacerlo y viven con intensidad cada partido. Almeyda representa la parte más madura de un estratega extranjero que se revaloriza en México, las “Súper Chivas” han recuperado espíritu.

Matías se levanta, después de su depresión está de vuelta y quiere demostrarlo en la liguilla.

La personalidad de cada uno de los entrenadores es diferente, son polos opuestos, ninguno se parece. Por temperamento Ricardo Ferretti y Matías Almeyda merecen ser los mejores, los que nos pueden ofrecer un mejor espectáculo en el terreno de juego.

 

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