Mike Freeman, reportero de Bleacher Report, recientemente comenzó una investigación sobre cómo las Elecciones Presidenciales de Estados Unidos estaban afectando las principales ligas del país, más en específico la NFL. Su trabajo resultó en un primer ensayo previo a la fecha electoral, en el que describía las tensiones entre quienes apoyaban al republicano y quienes se declaraban en favor del partido demócrata. Era natural que existiera polarización previo a la elección. Sin embargo, tras el triunfo de Donald Trump, los ánimos han alcanzado niveles inimaginables. El periodista se entrevistó con varios jugadores y les preguntó lo que sintieron cuando se declaró la victoria de Trump. Las respuestas hablan por sí solas:
“Uno de los mejores días de mi vida”, un ofensivo blanco de la Conferencia Americana.
“Fácilmente uno de los peores días de mi vida”, un ofensivo negro de la Conferencia Americana.
Los seis futbolistas blancos que Freeman entrevistó coincidían en que la elección de Trump como presidente era algo bueno para su país y que había ocurrido porque los “americanos” querían un cambio que mejoraría los problemas económicos. En contraste, los ocho jugadores negros que hablaron con el reportero expresaron que la elección presidencial había sido uno de los momentos más horribles de la historia “americana” y que era resultado de una América blanca queriendo mantener a los negros, citando a uno de los jugadores, “en su lugar”.
Los jugadores blancos dijeron sentir que Trump podría ayudar a que los futbolistas se acerquen más a los fans y quizá así se reviertan los descensos de ratings:
“Trump está creando una América de cuello azul y en su núcleo, nuestro deporte es un deporte de cuello azul”.
Mientras tanto, los jugadores negros sentían que quienes votaron por Trump podían apoyarlos mientras estaban jugando, pero que después de los partidos nadie les daría “ni una cubeta en donde cagarse”.
En 2008, la elección de Barack Obama en 2008 también polarizó a gran parte de la población, pero la dinámica esta vez no tiene comparación, sobre todo si se tiene en cuenta que la diferencia más grande entre lados es cómo se percibe el racismo. Mientras los blancos creen que la elección de Trump no tiene nada que ver con el racismo, los negros perciben la decisión y a los electores racistas.
Varios jugadores negros expresaron su ira con el entrenador de los New England Patriots, Bill Bellichick, por haber enviado una carta personal a Trump mostrándole su cariño y apoyo. Pero sobretodo, los futbolistas no podían entender cómo los jugadores afroamericanos en New England confiaban en su entrenador.
Damien Woody, ex jugador de la NFL, lanzó esta reacción en Twitter, definiendo justo cómo vive hoy su vida Norteamérica:
Onward and upward America. Let’s figure this thing called life out together for the betterment of our country
— Damien Woody (@damienwoody) 9 de noviembre de 2016
Por Axel Salas